martes, 4 de diciembre de 2012

QUIÑE RAQUIZUAM MAPUCHE (Un pensamiento mapuche)

                                                              VERDADES QUE DUELEN 
“Que hermosa es la cultura mapuche” “yo soy mapuche” o “me gustaría ser mapuche” dicen muchos pero ¿hasta dónde? Hasta donde estamos capacitados para sacarnos las vendas colonialistas de siglos y siglos de imposiciones, hasta donde estamos dispuestos a escarbar en nuestra historia, hasta donde nos animamos a conocer o hasta donde soportamos escuchar las verdades que subyacen b
ajo el opresor y adictivo mundo occidental.
Esta todo bien hasta que cambiamos la palabra “creencia” por religión, está todo bien hasta que recordamos que el dios omnipotente, creacionista, unilateral fue traído en barcos desde Europa. Muchos hermanos y hermanas mapuche quieren recuperar su “identidad” pero eso no incluye también negociar su religión, está todo bien hasta, que el mundo espiritual mapuche desparrama y no encaja en los parangones de la religión occidental, es lindo hablar de las comidas, del baile, de la música, de las “costumbres” es lindo hacerse cargo de una porción folclorizada y ornamental del “ser mapuche”. Para justificar el primer escudo que aparece es el de respetar la creencia o religión de los demás, sin tener en cuenta que a los mapuche no les preguntaron si querían ser cristianos, si se querían bautizar o si querían hablar español o si querían cambiar de cultura, si querían cambiar de idiosincrasia, simplemente les pusieron un arma en la cabeza con la opción de cambiar o morir, entonces los mismos “aspirantes a volver a ser mapuche” hoy pregonan respetar la diversidad cultural religiosa y no recuerdan el trato aquel.
Entonces yo soy mapuche pero…. No voy a renunciar a casarme de blanco o a bautizar a mis hijos o no voy a renunciar a festejar las navidades y años nuevos occidentales. Es difícil y a la vez complejo aceptar que antes de la llegada de los españoles los pueblos originario ya creían en algo, o más concretamente ya tenían sus propias religiones y dioses, y que el mundo occidental, que llego a menospreciar y a tener de menos a todo lo referido a nuestros pueblos, llame o diga creencia mapuche en vez de religión o espiritualidad mapuche, llame yuyo o medicina alternativa a la medicina milenaria y preexistente de los pueblos originarios, que llame lengua o dialecto a los idiomas precolombinos, costumbres a las culturas, “comidas típicas” y no gastronomía mapuche, juegos mapuche y no deportes mapuche, llama comunidad mapuche y no pueblo nación, llama leyenda a los mitos milenarios, siempre los estatus son menores, y siempre los originarios están debajo de esa cultura omnisciente y todo poderosa que supuestamente vino a salvarnos del caos y el vacio cultural y religioso total.
El conmover estos pilares nos pude llevar a dos acciones, la de refugiarnos en lo conocido y cerrarnos a recordar ni más ni menos que nuestra propia verdad como pueblo o en lo individual como sangre mapuche, o de cometer el atrevimiento de adentrarnos a seguir escarbando, a seguir indagando en nuestras verdades.
Nos hicieron creer que lo de antes es lo que no vale, que toda la sabiduría de nuestros abuelos es arcaica, desactualizada, primitiva, salvaje, sin estética, las mismas razones por la que murieron más de 80.000.000 de originarios, y desaparecieron culturas enteras de toda América y es así donde entendemos esas frases impuestas que parecieran ser del sentido común y compartidas por todos “Dios hay uno solo” si ese dios es el dios mío, el dios del occidente el omnipotente el creacionista, porque ese dios no acepta otros dioses u otro concepto de dios. “Todos somos iguales” pero si sos como yo, si te pareces a mí y yo no a ti y de este modo se va alimentando el etnocidio (muerte cultural y espiritual) de los pueblos originarios, así es como el eurocentrismo occidental va asimilando culturas diferentes, imponiéndole patrones generales, demostrando su intolerancia para con las demás cosmovisiones de pueblos aun más antiguos, así van apareciendo vírgenes con piel morena, santos “indígenas” sacerdotes que se disfrazan de originarios para imponer su dios y su cosmovisión.
Así es como debemos conocer a la cultura mapuche en toda su diversidad e integridad y no como algo que conviene para unas cosas sí y para otras no. Conocer y aceptar a la cultura mapuche es conocer y aceptar también sus pedidos de libertad, sus reclamos de justicia social, cultural, religiosa, histórica, territorial.
FENTE PUI
Lemunao Néstor Fabián –PUEL MAPU- 17/11/2012.


IÑCHE NIEN QUIÑE PEUMA: Yo tengo un sueño, en ese sueño somos libres de estos sistemas que nos oprimen, que nos hicieron pensar como naturales que nos esclavizan, yo tengo un sueño que me dice que no necesitamos refugiarnos en lo material, que el pensamiento es valioso y las palabras inmortales, yo tengo un sueño que no parece de estos tiempos aunque sueñe en este lugar, yo tengo un sueño que no me deja dormir, ni tampoco abandonar, que es el combustible de mi lucha siempre a punto de explotar, yo tengo un sueño, en ese sueño los hombres pálidos respetan mis sueños, este sueño está cargado de anhelo y libertad, sueño el respeto por las plantas y los animales nativos que son mis hermanos y hermanas, sueño que hay armonía en el bosque montañoso, en los grandes prados, en la estepa y en el mar, yo sueño mas y mas libertad, yo sueño gente que se olvida del vil metal, que valora al pehuén, al maitén, al agua, nuestro néctar vital, en mi sueño vuelven a ser reyes el cóndor y el puma, en mi sueño el invasor entiende nuestras palabras y deja de depredar, se olvida también de discriminar y ya no sabe lo que es saquear, a veces pienso que sueño demás o que sueño cosas que no debo soñar, otras veces digo que este no es mi sueño sino el grito de la madre tierra que no deja de llamar, intoxicada, agredida y abandonada, quizás estamos desterrando el gran espíritu de la misma tierra, quizás lo mejor es seguir haciendo mi sueño realidad.


DEDICADO A LA LUCHA DE NUESTRO PUEBLO MAPUCHE EN CONTRA DE LAS TRANSNACIONALES-MULTINACIONALES (petroleras, forestales, mineras, represas, aeropuertos) DESTRUCTORAS DE LA NATURALEZA QUE CON TANTO AMOR Y RESPETO CONSERVAMOS DURANTE MILES DE AÑOS.
Lemunao Nestor Fabian -puel mapu-


Somos semillas de esta tierra
Que quiere germinar en libertad 
A veces la sombra de la derrota nos quiere alcanzar
Yo miro tus ojos y me siento un joven cóndor
A veces pierdo fuerzas a veces me ahoga la tristeza
Pero me afirmo en la tierra y me echo a andar
A veces me siento solo pero recuerdo a mis ancestros
Y puedo sentir ese aliento sobre mis cabellos, sobre
Mi espalda sobre mi corazón y mi espíritu
Me siento sobre esta tierra regada de sangre mapuche
He escuchado a mis abuelos he aprendido de ellos
Que no hay tesoro más grande que nuestra libertad
Que no piensen los enemigos de siempre
Que podrán callar mi canto ancestral
Que no piensen los perros tiranos que callaran mis justos reclamos
Yo soy mapuche como mis abuelos
Soy la sonrisa del pehuén, mi sangre es la nieve
Mi destino el mar, soy el bosque que defiendo
Soy la estepa que surca el viento soberbio
Soy hijo del sol y de la tierra, hermano del puma
Jamás nadie podrá evitar que mi camino finalice en la libertad.
-Lemunao Néstor Fabián. (Puel mapu)-




INCHE (YO)

Mi foto
PUEL MAPU, NEUQUEN, Argentina
NEHUENQUEN ÑI MAPU (PROVINCIA DE NEUQUEN) CHRAN MANSHANO HUARRIA MULEN (CIUDAD DE SAN MARTIN DE LOS ANDES) PUEL MAPU (ARGENTINA)