lunes, 19 de abril de 2010

RESISTENCIA MAPUCHE



ELTUHUE (Cementerios)
Cuando los hijos de la tierra sucumbían en el viaje oscuro hacia el territorio del este, no ponían cruces sobre sus restos sino que se levantaban Chemamull, en honor y recordatorio de esa persona y para demostrar su presencia en el mundo tangible, cuando un mapuche se iba de viaje a otras dimensiones le quedaba a su familia ese recuerdo, que los hacían sentir más cerca de su ser querido que se ha marchado. Cuando llegaron los hombres blancos emprendieron un saqueo de las tumbas, en busca de los bienes que estos ancestros llevaban en su viaje por el cosmos, de este modo se perdieron todos los cementerios mapuche y la acción milenaria que se practicaba por miedo a ser descubiertos y luego saqueados. Así se impusieron las cruces por encima de las tumbas originarias. Los mapuche hoy volvemos a nuestra forma de recordar a nuestros ancestros y sentirlos cerca, sabemos que aunque estén en otra dimensión están aquí cuidándonos porque en realidad jamás se van porque la ñuque mapu es  el cosmos entero.
Esto cementerios son dibujados como epitafios en varios aleros de la provincia de Neuquén, Rio negro, Chubut, Mendoza, La pampa. Son testimonios que perduraron a través del tiempo por 8.000  años, aunque los cementerios mapuche (Eltuhue) a veces llamados Chenque se podían ver aun en el siglo XX.
1 LA NOCHE MÁS OSCURA

Cuando era niño y llegaba el 12 de octubre, nos hacían dibujar las carabelas y recordar a COLON para festejar la conquista de América, cuando era niño también creía en el dios que vino en barco, nos enseñaron a nuestros abuelos y padres a buscar ser buenos para llegar al paraíso y evitar hacer el mal para no llegar al infierno, aprendimos a rezarles a sus santos y a temerle con horror a un señor llamado diablo, me acuerdo que en mi escuela hablaba de los indios malos que asesinaba a los mártires que venían a entregarnos la palabra de “dios”.
El sol ya duerme y yo no puedo aun, estoy aquí sentando con los ojos húmedos, mordiéndome los labios tratando de recordar ese cuento que contaba un abuelo. había una vez un lugar donde la gente vivía feliz libre y sin ambiciones desmedidas, el sol era el padre y la tierra la madre, los ríos nuestros hermanos, los animales, las plantas todos por igual, la lluvia nos mojaba la frentes siempre limpias, los brazos se alzaban al cielo para saludar, éramos hermanos con una unidad que ya no se puede alcanzar, hoy solo quedan lagrimas de barro, los viejos amor no volverán a besarnos nunca más, la misma sangre corre prisionera en nuestros cuerpos que no volverá a conocer la verdadera libertad, el hermano rio prisionero, el viento ahora lleva veneno, los ojos de nuestros ancianos secos cansado de llorar, la civilización es la barbarie más grande que hiere de muerte a la vida, hasta el cielo está roto. Esta noche es la más oscura de todas no consigo encontrar la paz, en un mundo en guerra detrás de mi puerta.
Cierro los ojos y camino hacia un sueño en donde mi pueblo sigue vivo y luchando y yo rompiendo mis cadenas para limpiar mis pensamientos y volver a empezar, cargando un dolor tan pesado aplastaría a cualquier esperanza, que ya no lastimen a la tierra que no la encierren como se encierra a una bestia obligándola a repeler la agresión del mas insensibles de los mortales.



2 IMPOSICIONES.
Cuando llegaron los hombres occidentales, comenzaron a dictarnos como teníamos que vestirnos, como teníamos que hablar, nos dictaron en quien debíamos creer como debíamos vivir, desde ese entonces los rostros de nuestros mayores se llenaron de tristeza de amargura al ver como se destruía a nuestra raza y alzaron mil ruegos al cosmos para pedir por nuestra forma de vida, muchos huyeron, muchos cambiaron, solo algunos se mantuvieron, lucharon y perduraron, hicieron sus nombres eternos y su fuerza aun nos acompaña, esa fuerza da calor y vida a la semilla que jamás perdimos y es nuestras esencia, la llevamos muy dentro de nuestro ser, aunque no la sintamos. Esa imposición no termina, esa lucha no claudica, porque el invasor aún sigue imponiéndonos su filosofía y nos alinea en su forma de pensar muchos hermanos caen seducidos en su religión, en su política, en su injusticia, pero está volviendo nuestra filosofía originaria, muchos somos ahora los que volvimos, muchos más seremos en el futuro, porque tenemos el conocimiento necesario para detener la destrucción feroz de nuestra madre tierra y por ende de la vida , ahora quieren venir a enseñarnos lo que la misma madre nos enseñó hace miles de años, ahora quieren venir a decir cómo debemos pensar, pisoteando nuevamente con la ignorancia nuestro clamor, nos acusaron de inhumanos, nos acusaron de desalmados nos acusaron de salvajes animales, ahora nos acusan de terroristas, nos acusan de violentos, hasta nos acusan de no originarios, que más faltara, cuando se acabara la opresión del tirano, esa opresión que nos destroza psicológicamente, culturalmente, espiritualmente, no somos un discurso ni de izquierda ni de derecha nos somos capitalistas ni comunistas ni mucho menos anarquistas, no somos terrorista ni ladrones, somos un pueblo que vuelve, y que no cree en estos sistemas que tanto mal le han hecho al mundo, somos mapuche los hijos y no los dueño de la tierra.


2 comentarios:

Marcelo Cayún dijo...

Muy interesado estoy en todo lo q escribes

Marcelo Cayún dijo...

necesito saber...!

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PUEL MAPU, NEUQUEN, Argentina
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